Tomado de infovaticana.es
Nuestro amigo Munilla se sube al carro papal de dar hostias si se meten con su religión y utiliza ese lenguaje críptico que solo ellos saben descifrar para decir lo que piensan pero no se atreven a decir abiertamente:
José Ignacio Munilla ha señalado que la lucha contra el fundamentalismo yihadista no puede estar basada ni en la blasfemia, ni en la burla del hecho religioso. Para Munilla, la solución al problema de la violencia islamista es “una sociedad abierta al verdadero sentido religioso de la vida”. (¿qué cojones es eso?)
El obispo de San Sebastián ha criticado, además, la reivindicación de la libertad de expresión para faltar al respeto: “La religión se pervierte cuando justifica la violencia y la libertad de expresión se corrompe cuando falta al respeto”. Por otra parte, el prelado ha denunciado la injusticia de acusar al hecho religioso de ser la causa de la violencia.
Munilla también ha querido manifestar su apoyo al Papa Francisco. “Ha tenido la valentía de decir en el contexto de su viaje a Asia, que la libertad de expresión tiene sus límites”, ha asegurado el obispo, añadiendo que las palabras del Pontífice suponen una bocanada de aire fresco entre tanta confusión. (Se refiere a cuando el papa dijo de dar hostias si se meten con tu religión, puñetazo dijo exactamente).
Para el prelado, lo acontecido en las semanas precedentes, deja patente “el riesgo de un choque de trenes entre un Oriente amenazado por el fundamentalismo fanático, y un Occidente amenazado por el relativismo laicista”. Asegura que en Occidente hay otro tipo de fundamentalismo, el que pretende “reivindicar el derecho a la blasfemia, como algo inherente al concepto occidental de libertad”.
Dicho lo cual, se ha ido a buscar el reloj.
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