sábado, 20 de octubre de 2012

NECROFILIA A LA VISTA

Una de las características del catolicismo rampante es el amor a la necrofilia, esa necesidad de pasear cadáveres, muertos, tumbas, brazos incorruptos, plumas del espíritu santo, gotas de leche de la mismísma virgen María, momias en mejor o peor estado, de uñas largas y pelo ensortijado y ralo. No se trata de Lenin no, se trata de san Juan Bosco, ese oscuro italiano fundador de los salesianos y al que suelen representar con cara angulosa y un niño a su lado ¿?. Por fin viene a mi pueblo, lo podremos ver en vivo y en directo (LA MOMIA), no habrá jóvenes negritos como en la imagen, porque aquí los salesianos no los tienen, pero da igual, los jóvenes y niños a los que tanto amó don Bosco encenderán velitas y pasearán sus restos por el patio del colegio y, si dios no lo remedia, incluso por alguna que otra calle de la localidad. El documento gráfico ha sido facilitado por uno de los grandes iconoclastas locales y redactor anticlerical en Monegros: el celebrado Güili, del que se comenta fue uno de los que asaltó el colegio de los salesianos en Mérida y que está dispuesto a quemar el de Huesca.

No hay comentarios: