Desde las caras de Belmez no tenía España un suceso milagroso como el acontecido en la mañana de día 9 de enero en la localidad oscense de Sasa del Abadiado. En este pequeño pueblecito cercano a la localidad de Huesca el señor Domingo Lara fue testigo de un suceso inesperado y sorprendente: Estaba preparando unas tostaditas por la mañana para desayunar antes de marchar al tajo en la gasolinera de Siétamo cuando saltó la tostada y la sorpresa, declaró Domingo a nuestro corresponsal en la zona, Pepe Monillo.
No me considero muy creyente, la verdad es que no voy nunca a misa, bueno sí, para las bodas de familiares y algún entierro, ¡ah! también para la fiesta del pueblo suelo ir, pero no soy un meapilas ni nada por el estilo, continuó manifestando Domingo. Estoy bautizado y realicé la primera comunión, pero después de esa me debí de comer 2 ó 3 hostias más en toda mi vida, una que me dio un brigada en la mili, otra con la furgoneta en el cruce a la salida del pueblo y la otra ni me acuerdo, pero me dolió.
El asunto es que cojo la tostada y zas, el mismísimo Cristo Jesús Señor Nuestro en la tostadica. Fue una señal. Llamé a la Gema para que me confirmara lo que yo veía y se quedó tan traumatizada que cayó de rodillas y empezó a rezar mientras lloraba. Llamemos al señor cura y nos ratificó la aparición, recogió la tostada y se fue a toda hostia a Huesca a ver a Obispo. No hemos vuelto a ver la tostada milagrosa, pero nos dicen que el señor obispo bendijo la mesa y se la comió. Una pena porque me hacía ilusión enmarcarla.
1 comentario:
Cualquier día aparece la Guardia Civil por el pueblo a requisar la tostadora y la ponen expuesta a los fieles.
Habrá que ir, jeje.
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