viernes, 3 de junio de 2011

R.A. de la mentira histórica


Habría que agradecer a la muy Real Academia de la Historia sus importantes servicios de un proyecto de historiografía neofranquista especialmente querido por la derecha-derecha española necesitada de una legitimación que le permita combinar la lealtad al legado franquista con las exigencias del presente. Lástima que la edición "Diccionario Biográfico Español" no haya contado con los comentarios que les podía haber hecho el Nodo en los buenos tiempos…

El "Diccionario Biográfico Español" se gestó en tiempos del gobierno de Aznar, lo que significaba que fue auspiciado desde ámbitos como el de la FAES, órgano principal del “frente cultural” del PP, y responsable igualmente de la operación del revisionismo neofranquista popularizado a través de intelectuales orgánicos como Pío Moa o César Vidal, cuyas obras han sido catapultadas como parte de un rearme necesario.

Este salto hacia delante ha tenido lugar en un contexto histórico de restauración (neo)conservadora, con una socialdemocracia cada vez más invertida y alejada de sus tradiciones, y un “movimiento comunista” desprestigiado y desactivado, en buena parte por su pasado estalinista. Dicho salto hacia delante tendría otra cara en el retroceso de la historia del movimiento obrero, una historia que resultó ser primordial en la recomposición de los movimientos militantes contra el franquismo, y que comenzó a caer en picado en los años ochenta, cuando las centrales sindicales adoptaron la metodología del PSOE este aspecto: se reconocían algunos líderes y símbolos siempre que no quedara claro que representaban un pasado superado.

Todo el asunto del "Diccionario Biográfico Español" ha provocado el escándalo gracias las informaciones del diario “Público” que se tomó la molestia de utilizar la lupa.

Lo de la financiación con dinero público no es más que le enésima variación del uso que desde el poder se hace de este, y dado que se siguen financiando a lo grande entidades tan siniestras como la fundación Francisco Franco o del propio FAES, epicentro intelectual de toda la política del robo de las privatizaciones. Lo realmente sorprendente es que la Real Academia de la Historia hubiera tenido unos objetivos serios y tan equilibrados como los que se distinguen –por citar un ejemplo- a la Universidad de Oxford.

Baste señalar que lo de Franco “autoritario” ya lo había dicho Felipe González, y que se trata de un paradigma que responde perfectamente al canon establecido por la Casa Blanca según el cual Chaves es un “totalitario”, y Pinochet (o Suharto) un “autoritario”, lo mismo que Mandela era un “terrorista”.

En relación a la Iglesia, lo que dice el Diccionario se ajusta al milímetro a lo que ha estado diciendo el Vaticano del franquista Juan Pablo II, y “nuestra Iglesia”….


Resumen de un artículo de Pepe Gutiérrez-Álvarez en Kaos en la Red

3 comentarios:

Josefo el Apóstata dijo...

Autoritario era mi padre (digo era, porque con la edad ya no lo es tanto), pero ¿qué broma es esa de definir a Franco como autoritario? Se me ocurren unos cuantos adjetivos, además de dictador, para definir claramente a ese señor. Adjetivos relacionados con el mandamiento católoco de no matarás, por ejemplo.
Enlazo el artículo de Millás de ayer.

MariaJU dijo...

y este tío lo remata del todo con su vomitera asquerosa
No es por nada, pero huele mucho que no hayan dimitido o cesado a todos los numerarios al completo de la RAH. qué vergüenza y q miedo da ver las instituciones públicas llenas de buitres fachas.

leed como parafrasean el discurso anterior de Gonzalito en este otro artículo
, así hablan todos los fachas, "angelicales", indolentes y como la Rabadilla esta, es decir, como el culo.

toy indigná! pero bueno, eso no quita de q os salude a vosotros muy cariñosamente >:o]

Josefo el Apóstata dijo...

Copio las dos últimas preguntas de esa entrevista a la esposa del presi de la real academia. Resume bien toda la entrevista (salvo otra perla de la señora cuando dice que a su hijo homosexual lo quieren como si fuera normal...)

P. ¿Franco era un dictador?

R. Franco era una buena persona que sólo quería el bien para España, pero lo perdieron los métodos. No tenía que haber matado a tanta gente, aunque no sé cómo podría haber terminado con la República de otro modo. Habríamos acabado como en Rusia. ¡Imagínese! Esto lo comentamos mucho mi marido y yo en las comidas.

P. ¿Qué va a hacer esta tarde, cuando termine la entrevista?

R. He quedado con unas amigas para ir al Rastrillo. Los negritos de África necesitan nuestra ayuda.