miércoles, 5 de mayo de 2010

EL LOCO DE LA VÍA

Y fue un domingo de madrinas gordas
y curas sonrientes,
de monaguillos, ángeles burócratas,
que prendidos a la manga del padrino
por una limosna,
le lavaron el pecado original,
así entró en el paraíso terrenal.
Su papá era un señor disciplinado,
dueño de la verdad,
como un Dios de sabio y de lejano.
Su mamá, acostumbrada a obedecer
por miedo a envejecer,
sin tener el pan y el techo asegurado
o sea, un matrimonio bien formado.
Le inculcaron la obediencia
y el deber, lo bueno y lo malo,
el misterio de la vida y el nacer
la moral inmoral de lo prohibido,
un cielo prometido,
el pecado mortal con la mujer,
la patria y otros cuentos a saber.
La competencia, las luchas a destajo
sin oír ni ver, al trepar el dolor de los de abajo.
A forjarse cada uno su futuro
y aunque resulte duro,
a respetar sin chistar la ley del juego
la famosa ley del gallinero.
RAFAEL AMOR®
http://rafaelamor.com/discografia79.htm